Dorila,
dulzura de la cual aún bebo,
ancestral mujer milenaria,
por vuestra sangre brota la mapu
la tierra adolorida y fértil,
en la noche solo escucho tu murmullo,
el chirrido del mate
sorbeado a pulso,
dame tu mano ancha y poderosa
el Lonkomilla que recorre nuestra sangre,
pura
triste y cristalina.