domingo, 27 de mayo de 2012

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Bueno, mujer oculta que al fin apareciste,no sé por qué en este momento tu presencia llena toda la soledades del campo y de estas casas vacías,. Ven al menos por unos instantes, a mi lado, ven y avancemos juntos y suavemente hacia el primer umbral de la morada de los fantasmas. Ya es tarde; el otoño me rodea. Encerrémonos; que nos baste con nuestro encierro; que afuera pasen las estaciones, llorando o cantando...es igual. Inclínate y oye; yo, por mi parte, quiero también inclinarme ante ti y hablarte rememorando.
Guni, oye:
"¡Haber desencadenado una desgracia irremediable...!
¿Recuerdas? Fue así como mi fiel Tarugo murió. Y ahora resuena en todo mi ser la palabra "desencadenar". Porque otra vez y hace muy poco, también desencadené-y así, por ligereza, por simple impulso, !qué sé yo!-, desencadené una fuerza de unión en dos destinos abandonados. Te besé aquella noche y hoy te llamo. Azucé a Tarugo aquella vez en mi infancia y fue despedazado. Te besé aquella noche y hoy puedo avanzar contigo por todas las moradas de fantasmas, avanzar contigo hasta el final y siempre, avanzar con tu destino ya desencadenado como el mío.
Ven, entonces. Ven, tú, mujer oculta ayer, fantasma ayer, y hoy por fin !compañera¡

Juan Emar
Umbral
Primer pilar
El globo de cristal
Tomo I .