viernes, 19 de agosto de 2011

Grecia 907,1975

De repente
no voy a aguantar más y emitiré un alarido
un alarido largo de varias horas
previamente -habrá que tomar precausiones-
habré electrificado mi balcón
cerrado la puerta con llave
(se me olvidaba que he de instalar una reja en la ventana del baño)
sembrado mis paredes con amuletos fabricados
en noches de viernes o sábado
de tal manera que los tanques
queden atacascados a varios cientos de metros de distancia
los pilotos de los jocker panthers
no puedan controlar sus lúpings y se estrellen
justamente encima de los camiones de soldados
que justamente habrán chocado con los tanques
que estarán atascados en el asfalto
que empezará a derretirse
a los pocos minutos
del alarido que emitiré cuando
no aguante más.
De repente
no voy a aguantar más:
ya no bastará con las pajas mías de cada noche
con los pitos nuestros de cada día
y cuando no basten los opiáceos
los sicofármacos
los tranquilizantes mayores o menores
las botellas de vino cerveza pisco o agua mineral.
Previamente
me habré mesado los cabellos y las barbas
las cejas, las axilas, los vellos pubianos
me habré dado largos baños de tina y extensas duchas
y cuando todo eso ya no baste
emitiré un largo y potente alarido.
Entonces
las ventanas del edificio Diego Portales
estallaran en varios miles de pedazos
lloraran las guaguas las monjas las doncellas y los ancianos
los profesores deberán suspender las clases
los teléfonos comunicaran con números equivocados
pero no importara por que nadie podrá hablar por teléfono:
mi alarido impedirá que se escuche
lo que tenga que decir la gente que llame desde Mendoza
desde Arica San Vicente de Taguatagua o desde las Antípodas
preguntando que pasa
que es ese zumbido extraño
que parece provenir desde Santiago de Chile
Y la gente que pasa por la calle Ahumada
tendrá que correr a refugiarse en los agujeros del Metro
y los niños que cantan en las micros
cantaran mas fuerte que nunca
quizá si por primera vez con alegría
al ver que las ventanas
primero se trizan
las trizaduras se extienden por las carrocerías de hojalata
y el techo cae sobre los pasajeros
sin causarle daño alguno y permitiéndoles respirar
pues mi alarido hará que el smog se disipe
es decir se concentre en las oficinas publicas
por donde entrara a través de las ventanas rotas
haciendo que todos los burócratas se vean compelidos
a elegir: o se afixian
o saltan al vació, pues
los ascensores se habrán atascado
y las cajas de las escaleras
actuaran como cajas de resonancia
al igual que las cajas de fósforos
al igual que las cajetillas de cigarrillos
al igual que los cajones de los escritorios
al igual que los ataudes
despertando a los que hayan sido enterrados
por error del medico o por malas intenciones
haciendo que se sumen a mi alarido
mientras los perros aullan y los jóvenes
huyen a las montañas
sin saber que mi alarido puede hacer brotar un volcán
en cualquiera de ellas
aunque probablemente el volcán brotara
en el cerro San Cristóbal
haciendo que la estatua de la virgen
salga disparada como un cohete
que se perderá majestuosamente entre las nubes
causando gran desconcierto entre los ángeles de la guarda
que habrán quedado cesantes a causa de las catástrofes
que se han anticipado
solo en parte, pues serán innumerables
pues deben enterarse que los efectos de mi alarido serán multiplicados
en tanto que todos los locos se sumen a mi alarido y tendré complices
provistos de algodón en abundancia para taparse las orejas y que harán
sonar todas las sirenas de incendio de la ciudad o por lo menos la mayor
parte mientras los repartidores de helados y gas licuado hacen sonar
sus balones y cencerros compulsivamente, al igual que los sacristanes
las campanillas y bedeles de escuela las campanas, creyendo que ha
llegado el apocalipsis que alucino loannis en Patmos y la semana
de la primavera, respectivamente, pues me olvidava advertir que el alarido ese
sera en primavera, ya que el invierno que estamos viviendo esta bastante
helado y tengo la garganta
pa-la-cagá.
Declaración jurada.
Rodrigo Lira(1949-1981).